¿Qué esconde esta espectacular vitrina de metacrilato con tanto mimo?

Imaginación, desarrollo y producción

Detrás de una solución sencilla hay horas y horas de imaginación, desarrollo y producción. Este es el caso de esta vitrina que diseñamos y creamos en Toni Seguí para presentar una edición limitada con fines benéficos de la mítica pulsera “Love” de Cartier. Casi nada.

Sencilla, elegante y de líneas puras y refinadas

Para los que no conozcan esta colección, “Love” de Cartier es uno de los grandes hallazgos de la firma. Creada en los años 70, en sus curvas se condensan todos los amores liberados de convenciones. Con ella, la firma creó un nuevo lenguaje para el amor que aún perdura: retomando el concepto del amor moderno totalmente liberado, la colección Love transpira la fuerza, el impulso y el vigor del sentimiento. Desde entonces el símbolo LOVE ya es un mito.

Sus tornillos gráficos, su óvalo y su elegancia evidente la han convertido con el tiempo en un emblema atemporal de los amores pasionales. La pulsera está puntuada de diamantes, oro amarillo u oro rosa.

Un Gran Reto

Volviendo a nuestro evento en concreto y a la vitrina expositora que creamos, quisiéramos compartir el reto que se nos planteó al equipo de Toni Seguí. Cartier presentaba la pulsera “Love”, la cual destinaba parte de sus beneficios a diferentes ONG según el color de la pulsera (Rojo – Sida, Naranja – Síndrome de Down), … Al tratarse de una pulsera de dimensiones pequeñas y tener que estar presente en todos los colores de cada ONG con los respectivos famosos que cedían su imagen para la causa, el reto estaba servido. El evento se celebró en un maravilloso piso modernista en la Casa Lleó i Morera del Passeig de Gràcia.

Nuestra propuesta fue dedicar cada habitación a un color, en donde estaba presente una gran fotografía de la persona famosa, mobiliario de época que tapizamos con el color correspondiente y, para la ocasión, un expositor que diseñamos especialmente para la pulsera “Love”. Consistía en una columna de metacrilato del color de cada pulsera. En la vitrina, un cable de acero muy fino la cruzaba de, esquina a esquina, desde donde reposaba la pulsera, como si flotase. Por último, le añadimos un cojín de terciopelo que la respaldaba.

Fue una gran noche de VIPs y un gran éxito de producción y creatividad de Toni Seguí.